Soy de la idea de que, quizá, como algunas personas sugieren, la manera
en que se manifiesta la inconformidad ante los sucesos que se están dando como
parte del proceso electoral, no es necesariamente la más adecuada, dado que
brinda a los aludidos, la posibilidad de señalar a los participantes de los
diversos movimientos como "alborotadores" o gente carente de madurez
para externar sus opiniones y demandas.
Si bien es cierto que hay individuos que se han unido a estos grupos de
protesta sin informarse previamente del motivo de su existencia y de las
posturas políticas de los mismos, así como de los antecedentes y datos
referentes a cada candidato, es también digno de tomarse en cuenta, el hecho de
que la mayoría de quienes lideran estos contingentes, son sujetos con una
ideología, creencia y posición definida con respecto a lo que solicitan en pro
de la ciudadanía mexicana.
El punto aquí, es reconocer, que, de la manera que sea, existe una
reacción, que la sociedad -principalmente los jóvenes- estamos dejando ese
letargo y desinterés que por mucho tiempo nos caracterizado como país en
cuestión política.
La exigencia de la libertad de expresión y la democratización de los
medios es de suma relevancia, ya que este es uno de los factores por los que
las marchas y este tipo de eventos son considerados como la opción más viable
para mostrar el desacuerdo. Si no se da la apertura y los medios de
comunicación no permiten que por ese conducto expongamos libre y honestamente
nuestra opinión, no podemos más que valernos de lo que tenemos a la mano.
En este sentido, las redes sociales también juegan un papel trascendente,
ya que facilitan la circulación de información que sólo de forma ocasional se
difunde en la televisión, radio y algunas publicaciones impresas y ha logrado
que movimientos como #yosoy132 se concreten y se propaguen no sólo entre las
instituciones educativas y personas en la capital del país, sino en otros
estados de la República, e incluso en naciones en las que residen ciudadanos
mexicanos.
En conclusión, creo que el fenómeno que vive México actualmente, es una
señal de que, si por muchos años hemos vivido en el conformismo y la apatía,
esos tiempos están por terminarse. Tal vez la respuesta no se dé inmediatamente
y no se vea reflejada en este proceso electoral, pero si se le da continuidad a
estos proyectos, paulatinamente el país puede irse convirtiendo en la nación
democrática, libre y soberana que siempre debimos ser.
Tania Abigayn Flores Ocampo.